El Cabildo, a través del Consejo Insular de Aguas de Tenerife (CIATF), analiza los datos periódicamente y de forma automatizada para vigilar el nivel freático de la Isla y así gestionar adecuadamente los recursos hídricos de cara a satisfacer la creciente demanda de consumo de agua, que, en su mayoría, procede de aguas subterráneas. Con este fin dispone de dos estaciones de sondeo en El Portillo y en Las Cañadas del Teide, que miden el nivel del acuífero insular.
En concreto, la estación de El Portillo explora hasta 400 metros de profundidad, registrando actualmente 30 metros de columna de agua; mientras que la de Las Cañadas, denominada Montaña Majua, llega hasta los 505 metros de profundidad y registra 60 metros de columna de agua; un volumen este último bastante aceptable, si bien el problema de este caudal es su baja calidad motivado por la actividad volcánica que provoca que cuente con gases, flúor y sales; lo que imposibilita su uso para el consumo humano
El consejero de Aguas, Manuel Martínez, recordó que con el fin de garantizar el agua en la Isla ante el crecimiento de la demanda urbana y turística, y evitar la sobreexplotación de los acuíferos, el Consejo Insular de Aguas ha recurrido al agua de mar, a través de las desaladoras, así como a la reutilización de las aguas depuradas para uso agrícola, completando así el ciclo integral del agua, uno de los objetivos a corto y medio plazo del CIATF. “El agua es un bien escaso, del que debemos ser responsables no solo las administraciones, sino todos y cada uno de los que vivimos en Tenerife adquiriendo hábitos de racionalización en su consumo”.
Del mar procede el 14% del agua que consumimos en Tenerife. La Isla cuenta con tres desaladoras de gestión pública: una en Granadilla, para abastecer a la comarca de Abona; otra en Adeje-Arona y la de Santa Cruz. La cuarta será la de Fonsalía, en Guía de Isora, que ahora mismo se encuentra en pruebas pero que en unos meses estará a pleno rendimiento.
Respecto a la reutilización de aguas depuradas, Tenerife ha sido precursor en la reutilización en regadío de aguas residuales cuya puesta en uso requiere una adecuada depuración. Su producción en la actualidad equivale a la de desalación de agua de mar. En desalación de agua de mar, la oferta hídrica gestionada por el CIATF durante el primer semestre se ha incrementado en 1,2 hectómetros cúbicos de agua.
La respuesta a largo plazo del acuífero insular, principal suministrador de agua, dependerá de la intensidad de su explotación, la recarga de la lluvia (afectada por los efectos del cambio climático) y el volumen de reservas que todavía almacena. El conocimiento del sistema acuífero (que facilitan las estaciones de sondeo) junto con la evaluación más aproximada de sus posibilidades hidráulicas son fundamentales para una política hidráulica eficiente que haga de Tenerife una isla más sostenible.